Ficha Técnica 
Grabado entre febrero y octubre de 1986 en el estudios Alfa Centauro de la ciudad de Rosario. Santa, Fe, en cuatro canales (a excepción de "Enanos en los techos", que fue grabado en 16 canales).  
Técnicos de grabación: Daniel Guglielmi y Rubén Bass. 
Tapa: "Danza de ios Camaloltes" xilografía de Julio Rayón  
Músicos participantes 
  Carlos Pagura: Bajo y coros 
  Alberto Callad: Clarinete y coros 
  Luis Giavón: Oboe y batería 
  Irene Cervera: Flauta 
  Jorge Fandermole: "El desordenador de estrellas" y efectos 
  Claudio Cardone: Locutor del Club Social y Teclados 
  Ivan Tarabelli: Teclados 
  Juancho Perone: Percusión 
  Ornar Sarclegna: Batería 
  Armando Sabia: Bajo y coros 
  Daniel Guglielrni: Percusión y coros 
  Héctor De Benedictis: Guitarras, acordeón, voz y electos 
 
La letra de "Danza de los camalotes" 
  pertenece a Jorge Fandermole y Héctor De Benedictis. 
  Compuesto y producido por Héctor De Benedictis.  
  Diseño: Rodolfo Fuentes 
  Producción ejecutiva: Ángel Atienza            
A Clara 
Todos los temas de este trabajo están basados en fantasías populares que
  rondan constantemente dos de los temas más negados de nuestra sociedad: muerte y sexualidad
  Seguramente el tiempo ha modificado en mi cabeza los relatos originales tal como los conocí.
  Musicalmente, no me interesó trabajar sobre el concepto clásico de afinación, y estuve
  persiguiendo cierta textura	
  tímbrica tan áspera e imperfecta como la temática que desarrollaba.
  Los músicos aportaron fundamentalmente a éste clima tocando en la mayoría
  de los casos improvisaciones que están lejos de la perfección ascética,
  entregando vitalidad en cada sonido.
  Cuesta despegar estas músicas de del lenguaje para el que fueron creadas, la danza.
  Creo que esto es fundamental en la audición, pero siento también que son generadoras
  de imágenes y ojalá produzcan ese efecto en quienes se detengan a escucharlas.  
Agradezco a Gabriela, a la troupe de Danzas Contemporáneas (Gabriela, Alba, Patricia
  y Ana María), a Marta Zubiela, a Rodolfo Pacheco y José Luis Jaimes, por su complejidad y apoyo.
  A Leo Maslíah y Luis Trochón por impulsarme. A Rafael Ieípi, María del Carmen y Carlos,
  por darme los medios para que este trabajo pueda llegar hoy a ustedes.
  A Ángel Atienza por el suicida acto de reeditarlo. 
Nunca  vi el espectáculo de danza para el que fue  compuesta la música de este disco. No puedo saber qué me perdí. Pero al  escuchar la música sola, asistí a otro  espectáculo, que tiene y tuvo lugar dentro de mi alma durante los años  en que este disco (en su forma original de cassette) me viene acompañando: la  visión del mundo en que me gustaría vivir. 
  Leo Masliah 
"No quería dejar pasar por alto la posibilidad de comentar buena
  como es la que trae este cassette. Hacía tiempo que no escuchaba algo que
  sintonizara como este material en su idea, en su musicalidad y hasta en su
  producción, te diría. No se si puedo ser imparcial, lo único que se me ocurre
  decir es que me parece fantástico y personal. Fantástico en como con pocos
  elementos logra armar un tema en el que uno queda atrapado inevitablemente,
  con la sorpresa, la locura, el riesgo de esas melodías rotas, maslihanas. Personal
  en el uso de los instrumentos electrónicos en combinación con las guitarras, una
  muestra de como dejar la golosina y entrar en la madurez, y en como aparecen
  los aires folklóricos sin moños ni escarapelas ni barbas rascadas."  
  Daniel Curto en la revista El musiquero número 13. 
"Músico de amplia formación, De Benedictis no ha querido encasillarse en el terreno
  clásico, ni en ciertas convenciones de la música popular, sino que ha logrado fusionar
  lo uno con lo otro, los ritmos del litoral, empleados con frecuencia, están desarrollados
  mediante armonizaciones ajenas al género, mientras que algunos instrumentos europeos
  (oboe, clarinete, flauta) se entreveran con naturalidad con los electrónicos".
  "El resultado no es una digna obra del subdesarrollo, sino una expresión fascinante que
  va asombrando y manteniendo la atención del oyente gracias a una diversificación que
  no descuida el hilo conductor; un trabajo conceptual que merece ser editado masivamente,
  y que demuestra que cuando lo que se quiere comunicar está claro, siempre se pueden "domar los medios". 
  Sibila Camps en diario Clarín del 18 de mayo de 1987.
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