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  1965-1967    
    Los Mockers    
    PA / LA VIDA LENTA (Buenos Aires)    
         
   
 

Temas

1 - What a life
2 - Let me try again
3 - Don't go away
4 - Show me the way
5 - Tell me something new
6 - Empty harem
7 - Make up your mind
8 - You got it
9 - Can't be a lie
10 - All the time
11 - Sad
12 - Every night
13 - My baby
14 - I wanna go

   
     

15 - It was me
16 - Paint it black
17 - Girl, you won't succeed
18 - Confusion
19 - Captain Grey

Bonus tracks

20 - I just wanna make love to you
21 - Oh baby [we got a good thing goin']

Ficha Técnica

Los Mockers:

Polo" Pereira - Voz y guitarra rítmica
Jorge Fernández - Guitarra solista y coros
Julio Montero - Bajo
Esteban Hirschfeld - Teclados y armónica
"Beto" Freigedo - Batería y percusión

LOS MOCKERS 1965 -1967
Pioneros entre los grupos uruguayos de rock, es probable que Los Mockers sean más conocidos ahora que en su momento. Lo cierto es que tuvieron una vida fugaz, dejando atrás poco más que un LP y algunos temas sueltos. En esta colección se presentan las canciones que grabaron en su formación original, entre 1965 y 1967, incluyendo tomas ocasionales inéditas. Se ha conservado con el mayor cuidado la notable calidad de sonido de aquellas grabaciones, que sorprenderá al oyente atento con ese estéreo absolutamente radical -los instrumentos totalmente balanceados a un lado u otro- característico de una época en que la grabación estereofónica era una novedad abierta a la experimentación.
Largo tiempo olvidados, a partir de los años 80 fueron apareciendo diversas recopilaciones de Los Mockers alrededor del mundo, desde España hasta Uruguay y desde Suecia a EE.UU. Hoy en día el grupo ocupa un lugar destacado en la historia del rock uruguayo, gracias también a varios libros publicados recientemente sobre el tema y al afortunado papel de sus canciones en la banda sonora de 25 Watts.
Todo empezó en el Liceo Zorrilla de Montevideo, donde estudiaban tres de los futuros Mockers. En la fiesta de fin de curso de 1963 -todavía en Uruguay no se conocía a los Beatles - se subieron a tocar unas improvisadas versiones de los mexicanos Teen Tops y de los Shadows, y bien pronto empezaron a componer sus propias canciones.
Bastante más fue lo que tardaron en conseguir unos instrumentos medianamente decentes: eran tiempos increíblemente difíciles para un grupo de rock en el Uruguay. Pero llegó el momento en que el contrabajo prestado y la guitarra criolla conectada a una radio dieron paso a una guitarra y un bajo eléctricos, construídos artesanalmente por el padre del guitarrista. La primitiva "batería", formada por un redoblante y un platillo solitario, también se completó un buen día, y poco después los castigados pianos de los escenarios se vieron acompañados por un rudimentario órgano Hammond.
Por entonces se hacían llamar Los Encadenados y para dejarlo claro se colgaban las guitarras con cadenas metálicas. El impacto acabó resultando más fuerte sobre su ropa que sobre el público, así que finalmente desecharon la idea. Pero con ese nombre hicieron sus primeras grabaciones en Radio Ariel de Montevideo, en 1965.
En ese momento la explosión británica sacudió al mundo. Los Encadenados también incorporaron algunas versiones de los Beatles, pero en el fondo seguían buscando su identidad por otros caminos, más agrestes y menos transitados. Lo que realmente revolucionó el estilo del grupo fue la aparición de los primeros discos de los Rolling Stones, menos elaborados pero con una carga de energía rebelde que electrizó a todo el grupo a la vez. Eso era lo que habían estado buscando sin saberlo: el Rhythm and Blues, la fuerza más salvaje hasta entonces conocida.
Mientras tanto, Montevideo se ponía rápidamente a la moda. Se abrían locales -cuevas- donde el grupo tocaba regularmente, como tantos otros que surgían en todo el país. Los fines de semana actuaban en bailes de estudiantes y periódicamente también -en vivo- en TV. En medio de ese ambiente, el grupo maduraba y perfeccionaba su repertorio de canciones en inglés.
Era el momento de dar un salto adelante y adoptar un nombre definitivo, que reflejase mejor la música que estaban haciendo. En Inglaterra se sucedían los enfrentamientos entre mods y rockers, y de ahí saltó la chispa: en adelante se llamarían Los Mockers (que a la vez significa burlones). Tenían entonces entre 18 y 19 años de edad.
1966 fue el año más prolífico de la banda. Establecidos en Argentina, al cabo de unos meses tocaban noche a noche en locales como el "Whisky a Go Go", multiplicando sus actuaciones los fines de semana y apareciendo regularmente en TV. Alo largo de ese año vieron publicado su primer disco, aunque sin conseguir un éxito mayoritario. Podían reunir a un puñado de fans y seguidores fieles, pero su música resultaba demasiado extraña y underground para un gran público.
Un proyectado segundo LP nunca llegó a completarse porque Los Mockers, incapaces de subsistir en Argentina, regresaron al Uruguay en 1967. Aunque recibidos como triunfadores a su vuelta, no pudieron concretar nuevos proyectos de gira y se separaron poco después. Difícilmente podían imaginar que tanto tiempo después sus canciones seguirían despertando el interés de generaciones aún por venir.
A la memoria de Alberto "Beto" Freijedo, batería de Los Mockers, fallecido en Montevideo en accidente de moto.

Biografía completa en www.losmockers.com

Los Mockers en el estudio de grabación
El primer y único LP de Los Mockers originales se fue completando de una manera muy espaciada a lo largo de 1966, aunque realmente se grabó en unas pocas sesiones de una o dos canciones por día. Los Mockers vivían en una pensión al lado del estudio de grabación y eran llamados a grabar ocasionalmente cuando el estudio quedaba libre. Era un época de cambios vertiginosos en la escena musical, y a lo largo de ese año Los Mockers también evolucionaron rápidamente. En esta colección presentamos el LP en su orden original: los dos primeros temas que aparecen, más elaborados, corresponden al final de ese período. Nada más empezar What a life llama la atención el peculiar sonido del timbal y los efectivos barridos del bajo de Julio; canta Polo con coros de Esteban. Let me try again presenta el juego de voces más habitual en el grupo: Polo a cargo de la voz solista, con un importante apoyo de Jorge. Don't go away pertenece a las primeras sesiones para el LP: Rhythm & Blues con una instrumentación más básica. Al llegar a la Argentina, les habían confiscado en la aduana el órgano eléctrico que traían. Afalta del órgano, en esa época compusieron varias canciones como ésta, con Esteban a la armónica respondiendo a la voz. Show me the way es Polo cantando solo -con momentos de un feeling desgarrador- al igual que Tell me something new, el único tema con guitarra criolla y sin batería. En Empty Harem el exótico ambiente de la introducción se debe a un curioso gimmick de Jorge, golpeando las cuerdas de su guitarra eléctrica con un mechero Zippo. Make up your mind se remonta otra vez a las primeras sesiones de grabación, con doblajes de Polo en la voz y de Jorge en las guitarras finales. Afortunadamente había un órgano en el estudio, un auténtico Hammond que aparece en You got ity varias otras canciones de ese período. En Can't be a lie puede oírse un extraño instrumento de percusión: la rejilla metálica de un amplificador de guitarra, rascada con un palillo de batería. Los Mockers no paraban de buscar sonidos nuevos: para simular un clavicordio en el solo de All the time, usaron clips de oficina colgando de las cuerdas de un piano de cola. Apartir de una frase de J. S. Bach, este solo fue escrito a medias entre Esteban y Hugo Fattoruso de Los Shakers. Supuestos rivales, en realidad Los Shakers eran grandes amigos de sus compatriotas Los Mockers y no era raro que se dejaran caer por el estudio de grabación. Sad es un emocionante tributo del grupo a los maestros del soul negro, y con Every night se cerraba el LPoriginal, publicado hacia finales de 1966.
My baby, con una doble voz de Polo, aparece en el primer simple publicado por Los Mockers, a mediados de 1966, con I wanna go en la cara A. Aunque grabadas durante las primeras sesiones para el LP, las canciones del simple -cosa habitual en la época- no se incluyeron en el álbum.
Para 1967 el grupo había madurado su estilo. Prevista para un segundo LP que nunca llegó a completarse, It was me es una impresionante muestra del poderío de la voz de Polo; recia, enfebrecida a veces, luego dulce y tierna, pero siempre rebosante de energía. Tampoco llegó a publicarse por entonces su trepidante versión de Paint it black, grabada a principios de ese año. Salvajemente acelerada, era la favorita del grupo para acabar sus conciertos. Girl you won't succeed -quizás el más prometedor de todas los temas de Los Mockers- resultó ser el último que grabaron en su formación original, ya de regreso al Uruguay, y también quedó inédito por entonces.
Esta colección no estaría verdaderamente completa sin Confusion y Captain Grey, publicadas en un rarísimo simple hacia finales de 1967. Al igual que muchos grupos en la segunda mitad de los años 60, Los Mockers no pudieron resistir la fascinación de incorporar instrumentos de orquesta. Habían recorrido un largo camino desde el básico Rhythm and Bluesde sus comienzos.
Como bonus tracks se incluyen dos rarezas del grupo: Un documento de sus inicios, grabado en 1965 en Radio Ariel de Montevideo cuando todavía se llamaban Los Encadenados. Aunque la calidad de sonido no es comparable a las brillantes grabaciones posteriores, la fuerza del grupo ya es notable en esta ardiente versión de Willie Dixon I just wanna make love to you. Finalmente, la única grabación existente de Los Mockers en vivo: Oh baby (We got a good thing goin'), de una actuación de Los Mockers en la TV argentina, con sus inevitables limitaciones de sonido

Sitio Web: http://www.losmockers.com