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  EL TESORO DE LAS MASILOTTI    
    King Goyeneche    
    PA 4365-2    
         
   
 

Temas

1 - Marieto el osco - Presentación de Kinggoyeneche ensamble
2 - Cacería de traidores
3 - Danza Masilotti's drunk
4 - El origen Finlandés
5 - El sillón de las doncellas
6 - En los ojos de la baronesa
7 - Fleuve en hiver
8 - Galeones en el horizonte
9 - Impronta para salvar a los esclavos del norte
10 - La alcoba de la Zarina
11 - La Marcha Alejandrina
12 - La novia española
13 - La verdulera Marroquí
14 - Lamento Strauch

   
     

15 - Los hongos van a misa
16 - Los cantos negros celebración del eructo
17 - Marcha de los oceánicos hacia el volcán (cerro de Montevideo)
18 - Masilotti endance
19 - Opus3
20 - Opus5
21 - Pequeña suite para jóvenes no iniciados
22 - Sístole and medio diástole
23 - Violines rabiosos

Para el Montevideano que peine canas, la historia del tesoro de las Masilotti es una historia conocida. Aún no se habían apagado los ecos del Maracanzo. cuando ríos de tinta fluyeron de las páginas de los diarios, sorprendiendo, con este tema, la vulgar apatía de la ciudad. Especialmente "El diario de la Noche " abocado a todo tipo de casos policiales que ponían el morbo en quinta a un pueblo ávido de extrañezas. Doña Clara Masilotti llegó de los Estados Unidos, mapa en mano, dirigiendo sus esperanzas hacia el Cementerio Central, con el fin de hallar un tesoro enterrado por su abuelo, durante el sitio de la ciudad. Los capitalinos, entonces, sacaron las palas y los rosarios olvidados en el ropero, para darles lustre.
Se escribieron muchísimas cosas, desde las más disparatadas hasta las más verosímiles... Hay variopinta literatura sobre el tema entre ella, la destinada a explicar el origen del tesoro. Algunos decían que Michelángelo Masilotti, (abuelo de Clara), había sido engendrado de la unión clandestina de un fraile enviado por el Papado a reconvertir la barbarie americana y una indígena de la Banda Oriental, lugar en el que había hecho un alto en sus tareas. Giovanni María Mastai-Ferretti (que así se llamaba este fraile y que llegaría a ser el Papa Pío IX gracias a las acciones desde el exterior de Giuseppe Garibaldi entre otros) después del desliz había sido excomulgado y había vuelto a Montevideo junto a su hijo mestizo, a enterrar, en estas tierras olvidadas de Dios, una cuantiosa fortuna fruto de la misericordia de nobles europeos que creían, donarla a las arcas del Vaticano.
Otros decían que componía ese tesoro los bienes que había traído para su campaña libertaria Giuseppe Garibaldi y que habían sido trasladados en el féretro de su hija menor enterrada en la capilla ardiente de dicho Cementerio, cuando las autoridades de la época decretaron levantar el Panteón Nacional (o como me gusta más denominarlo: "la fosa de las almas de bronce") Pero... la verdad sería aquella develada ante los ojos impávidos de Exeverría, una noche cuando el copetín se había puesto más que frondoso en la casa de un conocido. Éste, sin muchas explicaciones, lo había invitado a tomar unas copas para trasmitirle un secreto inquisidor que lo desvelara por años. Quería confesarlo ya que lo había poseído el extraño presentimiento de que era cercano el fin de sus días.
Este buen hombre del cual nos reservaremos la identidad y que llamaremos simplemente "el hijo del sepulturero" le narró, al principio, el porqué de la elección de su persona como heredero universal de aquel misterio. Esto desconcertó a Exeverría que, a esta altura comenzaba a perder el uso de la razón, fruto del alcohol y otras yerbas. La razón era que aquel "hijo del sepulturero" no tenía descendencia a pesar de ser portador de una más que justa fama de padrillo en sus años mozos.
Le contó que su padre era sepulturero en la década de los cincuenta, en el Cementerio Central y que. en su fajina de remover difuntos desde la tierra al panteón, encontró el camino de un pasadizo secreto que lo guió hasta unos arcones, en el centro de una catacumba. Estos. milagrosamente, se habían mantenido inmaculados a pesar del paso del tiempo y constituían. seguramente, el tan codiciado tesoro de las Masilotti.
Aunque no era tan generoso en oro, plata y joyas, contenía documentos, libros, obras pictóricas y una gran cantidad de partituras musicales de un precio invalorable. Le aseguró que aquel dinero le dio a su familia un deseado buen pasar, pero que nunca hicieron ostentación. Su padre, para despuntar el vicio y generar una cortina de humo, con el fin de desviar ajenas miradas de recelo ante su sorpresiva buena suerte económica, puso un cementerio de mascotas.
Narró que su padre extrajo el botín dentro de ataúdes, poco a poco en la noche, con la complicidad del sereno quien pensaba que su compañero sólo se llevaba cadáveres para divertirse en inconfesables desviaciones. Aquel sereno era de la clase de gente que no se metía en la vida de nadie, siempre y cuando hubiese unas monedas de por medio. Por esa razón no emitió nunca cuestionamiento alguno y porque fue muy bien recompensado, sin sentirse siquiera cómplice de una depravación de esa magnitud.
Una vez su padre le había contado que "El Griego", así apodaban al sereno, le preguntó: -¿me imagino que sólo llevarás muertas, no? dejando más que claro que, para éste, su compañero sepulturero podía ser perfectamente necrofílico y lo había aceptado, pero puto no, eso era inaceptable.
El hecho es que "El hijo del sepulturero" entregó a Exeverría un abultado paquete de partituras, un curioso libro titulado "La amena forma de cocinar ñandú" y una serie de manuscritos que contenían poemas y relatos. Agregó algunos comentarios interesantes.
-Mi padre- dijo -cedió las partituras a otros músicos con la única condición de que no revelaran su origen y juraran y perjuraran hasta la muerte, que la obra proveniente de esos documentos habría de ser pura creación intelectual del afortunado a quien tocare en suerte esos preciados tesoros musicales-.
-Usted no podría imaginar cuántas de las más famosas obras populares nacionales, salieron de esta casa-. También le comentó a Exeverría que, llegado el momento, sería él quien corriera el grueso velo de este misterio... que en su interior sentiría esa fibra y que, ante cualquier duda, consultara el rumor del viento.
Este es, entonces, el origen de estas obras que hoy llegan a ustedes. Parte de ellas han sido ejecutadas estrictamente como fueron concebidas y otras arregladas para agiornarlas, pero manteniendo la fidelidad emocional del original y tratando de que parte de esa revelación transmitida a Exeverría como en un voto de fe; priorice la elegancia que "El hijo del sepulturero" hubiese deseado para con ese antiquísimo secreto.

Cacería de traidores - Una de las más difíciles partituras cuyo destino Exeverría tuvo que descifrar, es ésta extraída del supuesto tesoro de las Masilotti. Y fue así hasta el aciago día en que. haciendo punta al vicio, cayóse sobre ella las ácidas lágrimas de limón que. un rato antes, el susodicho había vertido sobre un refuerzo de milanesa al cual devoraba insidiosamente mientras se rascaba la cabeza con desconcierto. El vil líquido dejó al descubierto la esfinge de Luis XVI que había sido dibujada en el papel con tinta invisible, la misma esfinge que fuera acuñada en moneda y que permitió a un campesino reconocer al rey fugitivo, sellando su futuro bajo el filo de la justiciera hoja de Monsieur Guillotine.

El origen Finlandés - En el barroco centro de un monasterio Finlandés, estaba naciendo y de manera por demás casual, una nueva melodía que seduciría con el tiempo al mundo. Cuenta la historia que Fray Apostrofo fue sorprendido en la soledad del arca donde transcurrían sus tardes frente al órgano, por el sonido del reír de dos jóvenes pupilos, que según intuyó corrían tratando de asirse como en inocente juego. Pero diose cuenta de su equívoco al vislumbrar un extraño brillo en los rostros de aquellos jóvenes, que al acercarse fundiéronse en un cúmulo de mimos, simulando en su accionar, diferentes posturas como las de una danza cargada de intenso erotismo. Contrario a lo que cualquiera podría pensar, el fraile en lugar de censurar aquel acto, sentóse al órgano y todos, inclusive los frailes que en clausura o en las inmensas bibliotecas en voto de silencio, entregaban su ser al supremo, pudieron deleitarse con aquella melodía que surgía de los tubos del descomunal instrumento. Esta partitura dejo que Policarpio de Kiev, incansable investigador de este ensamble, diera por el piso toda conjetura, descorriendo el velo del singular origen del tango, que así como Gardel. tampoco es Argentino..

El sillón de las Doncellas - Dicha partitura conservaba a pesar del tiempo, exótica fragancia de baja estofa, lo que hizo presumir a Dioxadol: quien había quedado a cargo de descifrar aquella, del origen de la misma. El perfume nos remite a los ámbitos de viejos burdeles, en los que miembros de una sociedad en decadencia, concurrían a fin de descargar sus más bajos instintos. La melodía evoca el ámbito donde se desarrollaba la elección de las féminas presentadas por la madame de turno y que pasarían de inmediato a ser carne de cañón, objeto de la lascivia de aquellos que no podían disimular el irrefrenable deseo. Bacanal y romana orgía se conjugan en esta versión que nuestro ejecutante decidió agiornar para vuestros delicados y pudorosos oídos.

Impronta para salvar a los esclavos del norte - El enigma de este opúsculo fue descifrado por Dioxadol. luego que despertara del letargo. que le produjo la aspiración de un extraño polvo que se encontraba esparcido sobre su superficie. Este era el resultado de la desecación del jugo fluido de las cabezas de adormideras verdes, o sea opio. El mismo opio usado en los secretos cernáculos. previstos por aquellos caballeros americanos, que se reunían con el fin de salvar a los esclavos negros, del chasquido de los látigos, en los campos algodoneros del norte. Dichos caballeros luego de distender sus cuerpos, en comodísimos camastros, eran asistidos por sirvientes de origen nipón, los cuales luego de acercar larguísimas pipas de opio a las bocas de aquellos que se encontraban en posición supina: se alejaban para que estos se entregaran a extensas discusiones para pergeñar un estratégico plan libertario. Gospel y desidia se mezclan en esta melodía, qué reflejan sin equívocos, que nada debemos esperar, si no es de nosotros mismos.

La novia española - Junto a esta partitura se encontró un pequeño romance en el que se cuenta la historia de una joven. casi niña, y su melodioso andar. Ella partió de su humilde hogar, ante la algarabía de un pueblo que la festejaba a su paso como si fuera fiesta de guardar". Iba bajo una colorida lluvia de pétalos que rozaban suavemente sus gracias rumbo a los brazos de su futuro consorte que comenzaba a embriagarse con aquel misterioso perfume vedado. La música nos lleva hasta el momento en que les fue permitido disfrutar de los placeres del amor.

Los hongos van a misa - De tanto seguir a Francisco. Clara de Asís fue contagiándose de sus extrañas costumbres de adoptar a todo los hijos y fenómenos de la naturaleza, como sus hermanos. Fue así que cierto día luego de besar toda una plantación de hermanos hongos que habían surgido de entre las bostas de las hermanas vacas, comenzó a sentir una alteración de sus sentidos, sufriendo en su interior un caos sinestésico tal, que comenzó a reír a carcajadas, lo que produjo que los hermanos animales que la rodeaban, comenzaran a huir en estampida. Loca y pervertida irrumpió en el humilde templo, donde Francisco impartía misa a sus amados leprosos, quienes al verla desnuda y con el largo cabello libre al viento, comenzaron a desearla con lascivia, ante el estupor del amanerado fraile, que corrió a cubrirla con sus ropajes, dejando su blanquecino y redondeado culo al descubierto. Los hechos que siguieron a estos sucesos, los descubrirá escuchando el resto de esta melodía. ¡Buen provecho!.

Marcha de los oceánicos hacia el volcán (Cerro de Montevideo)
-No puedo dejar de pensar en Rano y Maupiti.. .-
comentaba el verdugo a su esposa que lo consolaba -son sólo indios-. Pero Rano y Maupiti eran pescadores de Sumbawa y Lombok, en Indonesia, en el fatídico año de 1815. La fortuna o la desgracia se juntan entre el 10 y 11 de abril de ese año, encontrándolos muy lejos, rumbo hacia el oeste con vientos calmos y su pesca abundante, tal como eran sus músicas que inexplicablemente hacía que los peces saltaran hacia el catamarán llenándolo en poco tiempo. La erupción del Tambora era inimaginable en aquellas dos mentes que timoneaban el catamarán usando el alma como astrolabio.
La inmensa ola o tsunami. como prefieran; de 40 metros de alto los impulsa a una velocidad tal. que Rano siendo el mas viejo y experiente. aferrase al timón y mira el cielo para observar como las cuerdas le indicaban la posición inicial de esta extraña carrera a lo desconocido. Maupiti ayuda al hermano mayor a batirse con los elementos, mientras este con la obstinación y el heroísmo correspondiente, intenta manejar el catamarán entre la furia del mar que seria como gobernar una pluma con el ventilador prendido.
Tan inexplicable como su pesca, terminan en camino al Río de la Plata gracias al trabajo en conjunto que los dejaría en Montevideo una semana después de dicho suceso.
Con instrumentos exóticos de cuerda y una cantidad de melodías, entretienen a los paisanos. mientras estos los veían como alienígenas:más el parecido de los hermanos a los indios charrúas seria su maldición.
La fama es puro grupo se dijo muchos años después, pero gracias a estos dos oceánicos (ejecutados en el cerro de Montevideo según su ultima voluntad), la música uruguaya seria un colage mas heterogéneo del que creemos y manifestamos con orgullo. Es asi que se hace mas vasta. gracias a Rano y Maupiti... dos hombres, dos hermanos, dos mártires, dos héroes, dos genios.

Sisto and medio diástole - Es ampliamente conocido que las primeras creaciones de autómatas fueron diseñadas entre otras cosas, para tecnificar el arte de emperifollados y astronómicos jardines. Pero hubo una ideada por el Barón Von Kempelen, solo con fines lúdicos y aquella fue el jugador de ajedrez", que maravillo y venció a los más avezados contrincantes en dicha disciplina. Cuenta la leyenda, que un sujeto, ocasional oponente de la máquina, al ser vencido fue presa de tal ira que comenzó a arremeter con todo a su alrededor, hasta llegar a asir sus manos con fuerza, alrededor del cuello del autómata; mientras lo intentaban separar los miembros de aquella feria de novedades, donde estaba dispuesto el robot a modo de atracción. La melodía a la que en este momento nos enfrentamos, da cuenta del terror que sintió el enano escondido dentro de la caja que hacia de mesa de ajedrez y que accionaba la maquina; ante la proximidad de ser descubierto. El delineo de las variaciones arrítmicas, del infortunado, son uno de los más grandes aciertos del "Ensamble". Celebremos por ello.

Violines rabiosos - Isoco se desconcertó frente a dos esferas de brillante color, que unidas a una hoja de muérdago se encontraban prendidas en el pliegue de esta partitura. Bueno, en realidad, comenzó a perder el interés, cuando al darse cuenta de la proximidad de la entrada de Noche Buena, recordó que su consorte le encargó pasar por "TA-TA", para reponer dos chirimbolos que se habían roto, en el árbol navideño lo que le hizo ahorrarse unos pesos, que gustoso invertiría en otros menesteres vegetales que desmorrugar. Las notas de esta melodía nos acercan a la verdadera historia de Bob Cratchit, amanuense de profesión y que llevaba los libros de un viejo tacaño y avaro quien muy poco le pagaba por sus servicios y menos se interesaba por sus desgracias privadas. Fue tanta la miseria en que se encontraba la familia Cratchit, que ante el sufrimiento que les causaba la cercanía de la navidad, su hijo Tim, siempre débil de salud, fallece de tristeza. Ante esto y antes de sumirse en la locura, su esposa huye con el resto de sus diez hijos; con el octogenario verdulero de la esquina, que aunque viejo e impotente, les aseguraba por lo menos techo y comida. Bob fue perdiéndolo todo hasta que le quedo solo un viejo Stradivarius, que era todo su deleite y placer -Toc toc-, sonó la puerta. Al abrirla se topo con sorpresa con su jefe, Ebenezer Scrooge, que venia a recordarle un vale caja que Bob le adeudaba y que esperaba cobrar al instante. Ante la negativa de Bob. que le mostraba los fundillos de los bolsillos de su pantalón, el decrepito y lascivo anciano, levanto su tembloroso dedo, señalando el lustroso instrumento. Bob preso de una ira irrefrenable, proclamo a los cuatro vientos su desgracia, gritando -con el violín, no!!!-. Acto seguido lo tomo y comen/ó a frotarlo con tanto ímpetu, que lo disolvió sobre su ardiente hombro que a esa altura dejaba emanar ríos del líquido púrpura vital. Scrooge diose vuelta sobre sus pasos, despreocupado de los accesos de locura de su ex empleado, mientras una forzada sonrisa comenzaba a dibujarse en la comisura de sus arrugados y arqueados labios. Cambio alguno había sufrido el viejo avaro. Sin duda nadie a Dickens le comentó que los fantasmas no existen.

Paris 27 de Junio de 2007
Kinggoyeneche
Investigaciones a posteriori a los manuscritos recibidos por Ike Exeverría provenientes del arcón Massilotti .

   
           
      Sitio Web: www.kingoyeneche.com